Investigaciones anteriores habían demostrado que la aspersión de pequeñas cantidades de aceite de canola en las instalaciones de crecimiento-engorde reducían el polvo hasta en un 76% y en algunos casos también el amoniaco. Además, al reducir en un 2% el porcentaje de proteína en la dieta, los niveles de amoniaco se reducían en un 40%.
Se investigó el efecto de la combinación de ambos sistemas y los resultados mostraron que la combinación de los dos sistemas reduce los niveles de polvo y amoniaco pero no el olor.
Miércoles, 22 de octubre de 2002/Pig Progress
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